Reencuentro


Aquella noche nació la primavera.
Cálida, colmada de flores y de pájaros,
hija de la magia del reencuentro.
Los ángeles bajaron para rodear tu cama
en nuestro acto.
Encendida la piel,
henchidos de luz los órganos,
nulo el pensamiento,
humedad de miel en mis labios;
miel de tu esencia,
la que llenó mis entrañas.
No sé si la delicia vino
de la ofrenda de mi piel y de mis senos,
o de tu cuerpo, mío, y tus caricias.
Tal vez fue solo fruto del amor,
fruto de un milagro compartido.
Aquella noche los ángeles bajaron,
y en derredor de tu lecho
cantaron y danzaron
celebrando nuestro encuentro,
bendiciendo nuestro acto:
efluvio de amor que los dos nos permitimos.

Sara Neiret
 


"Con el alma en los ojos te contemplé extasiada.
Fui a pronunciar tu nombre y me quedé sin voz…
Y por mi ser entero pasó un temblor sagrado,
como si en ti, desnudo, se me mostrara Dios."

M. Magallanes